La semana pasada se conmemoró en día del autocuidado para resaltar la importancia de las acciones personales o comunitarias de los individuos, con o sin intervención profesional, para promover el cuidado de la salud física y mental de las personas. En la misma línea, Ambito financiero publicó una nota sobre la importancia social de las ONG's, especialmente en tiempos de crisis social o económica. En ambos casos se destaca el valor de las asociaciones complementando o a veces supliendo el rol del estado para procurarle a las personas accesos a servicios que sienten cada vez más inaccesibles, como los sistemas de salud pública o privada. Traigo esto porque en nuestra diaria tarea, a veces no nos damos cuenta del valor que representa contar con un espacio donde poder recibir escucha, contención y acompañamiento para personas que no pueden acceder al sistema privado de salud ni tienen la fortaleza de enfrentar la burocracia del sistema público. No nos cansamos de insistir en que no somos profesionales ni ofrecemos grupos terapéuticos. No pretendemos ser alternativa ni reemplazar a una terapia cuando es necesaria, pero también nos damos cuenta de que muchas personas no pueden acceder a una terapia y la ayuda mutua desde su comunidad a travez de dispositivos como los Grupos de Ayuda Mutua de Hablemos de Suicidio son lo único que tienen.

Sentir que existen espacios donde sentrse escuchado y acompañado en el dolor no tiene precio. Que importante es escuchar desde el corazón, sin prejuicios ni preconceptos. Ello es sanador.