Cada vez que finalizamos una reunión de Grupo de Ayuda Mutua me pregunto que le habrá dejado a cada uno. Imagino que para algunos será la posibilidad de hablar de esas cuestiones que no puede hablar en otro lado, la sensación de sentirse escuchado, la experiencia de la escucha activa, el simple hecho de sentir que no está solo frente a este drama tan profundo que es el suicidio o el pensamiento suicida propio o de un ser querido. Se también que para otros, participar de los grupos de ayuda mutua no les deja nada, o muy poco, y por eso solo asisten a una reunión. Lamento que no podamos llegar también a ellos, pero sabemos que esta metodología, o cualquier otra, nunca puede resultar útil para todos. Me gustaría también saber que les faltó a ellos, pero más me interesa saber qué encontraron los que vuelven (muchos de los cuales seguramente son también miembros de este foro).
Para empezar dejo mi impresión. Si tuviera que resumir en pocas palabras lo que me dejan las reuniones de GAM es un profundo sentimiento de confraternidad que no es fácil de encontrar en otra parte. Siento que pasamos gran parte de nuestras vidas caminando con anteojeras que solo nos permiten mirar al frente e ignoramos lo que pasa a nuestro alrededor. Tal vez sea la única forma en que se pueda llevar la vida e impulsar los proyectos personales, pero la reunión del GAM es un remanso, un espacio que nos recuerda que otra forma de relacionarnos es posible. Ver a tanta gente atenta y preocupada por los problemas y los sentimientos de otros no deja de conmoverme.
Me gustaría conocer tu impresión: ¿Qué te deja cada reunión de Grupo de Ayuda Mutua?
En las reuniones del GAM encuentro un espacio dónde puedo escuchar a personas que no se sienten bien emocionalmente y esto me permite conocer lo que le estaba pasando a mi hijo. Lamentablemente él no pudo con tanta angustia y falleció por suicidio. Creo profundamente que él si quería vivir pero a su vez quería acabar con ese sufrimiento.
En cada encuentro empatizo mucho con lo que está sucediendo, creo que ninguno de nosotros está exento de que alguna vez podamos sentirnos de esta forma y es por eso que es tan importante hablar de este tema.
Agradezco muchísimo este espacio, me permite escuchar lo que no pude de mi hijo. Me permite ser más humana y entender que todos lo somos.
Nuevamente gracias de corazón.