¿Qué es el duelo?
- Paz (participante de los GAM)
- hace 2 días
- 3 Min. de lectura

El duelo es aquella sombra que habita en el cuerpo de uno. De a poco me voy dando cuenta de que es como una cebolla, que tiene tantas capas, que se van despojando... gracias a la fortaleza de mi hijo Astor. Creo que él fue el primero en entender que ya no estabas con nosotros, él fue el que asumió la responsabilidad de cuidar a su madre sin saberlo cuando yo no me podía mantener en pie. Él fue y es el motor de mi vida.
Con la ayuda de las terapias, pude, poco a poco ir logrando llegar al centro de ese dolor que habitaba en mí. El duelo es la sombra que te invita a reflexionar y te acompaña día a día para que puedas verla con tus propios ojos, sentirla con todo tu corazón y amigarte con tu alma. Cuántas noches he pasado sin dormir, cuántas noches he pasado pensando en el porqué, cuántas noches he pensado por qué a nosotros… ¿y por qué no?
El duelo es algo que duele y mucho. Ya pasó un año de aquel día, en el que nos dijeron que físicamente ya no estarías más. Hoy me replanteo tantas cosas que te hubiese dicho, tantas cosas que hubiéramos hecho, y solo me queda continuar y aprender poco a poco que la vida es esto, que la vida es Astor y mamá Paz, que la vida es red, que la vida es amor, compañía y pedir ayuda cuando no das más.
El duelo va a seguir siempre en nuestra vida, de una u otra manera vas sorteando obstáculos y te vas poniendo a prueba.
Hoy puedo decir que ya no duele como ese primer día.
Hoy puedo decir que puedo recordarte con otros ojos.
Hoy puedo decir que los recuerdos lindos son los que invaden mi corazón.
Y aunque a veces no entienda muchas cosas y no tenga respuestas para otras, Astor es el que me desafía constantemente a que se las dé y a buscar una alternativa. Tanto él como yo hacemos terapia. Fundamental para poder seguir adelante.
Me duele, no voy a decir que no, pero hoy soy otra Paz. Hoy puedo lograr de a poco mis objetivos, puedo ver con cuáles ya no quiero seguir adelante y qué caminos tomar.
Hoy en esta noche de desvelo me dieron ganas de escribirte. Y no es casualidad, es día tres. El tres tiene mucha significancia para nosotros. Un 3 naciste, un 3 te fuiste y ahora son las 3:03 de la madrugada y me despertaste. Y aunque tu hijo no pare de extrañarte, de querer que lo lleves a la playa, al jardín, a jugar, bailar y hacer música, creo que un niño de 4 años logró recibir más rápido la inteligencia emocional que su madre con 33.
Gracias Astor por enseñarme que puedo, qué puedo y qué voy a poder! Nada se puede hacer solo. Cuando una persona está en duelo necesita apoyo. La salud mental es más importante que cualquier otra cosa.
No sé que vendrá, no sé qué esperar...pero sí sé que lo tengo que afrontar. Está en uno/a aprender a batallar y a poner siempre en primer lugar las herramientas que te van guiando los especialistas en el tema. Entonces en todo este año no hice otra cosa más que levantarme día a día, abrazarte y mimarte cuándo la fortaleza más me faltaba. Gracias por saber que siempre podré y gracias, porque me dejaste un tesoro que voy a cuidar con todas mi fuerzas.
Recordemos:
La red sana.
Hablar alivia.
Gracias a mi familia, a la familia de mi compañero Andrés y a mis amistades!
Gracias por leerme.
Ver también:
Comentarios